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Ryan Riess es el nuevo Campeón del Main Event de las WSOP
Todos los aficionados al Póquer del mundo estábamos expectantes de conocer quién se alzaría con el brazalete más codiciado del año, después de tener que ver cómo Carlos Mortensen se quedaba fuera del corte final de nueve jugadores.
El mejor posicionado para llevarse el gato al agua era el Pro americano de origen vietnamita JC Tran, quien partía como líder en esta Mesa Final, y quien junto a Amir Lehavot, era el más experimentado de los protagonistas.
Los más cortos de stack, David Benefield y Mark Newhouse, buscarían un double up que les volviera a meter en la partida, aunque la buena estructura de este torneo hacía que pudieran esperar a una mano legítima para conseguirlo.
El espectáculo daba comienzo en el teatro Penn & Teller donde se congregaban tanto los jugadores como los cientos de aficionados y conocidos de los jugadores, que animaban la mesa y ponían toda la carne en el asador, apoyando a sus respectivos amigos.
Los dos jugadores más necesitados al comienzo de la mesa conseguían doblarse para buscar la parte cómoda de la tabla, primero Newhouse con QQ contra los reyes de McLaughlin y luego Benefield con K9 de picas vs KJ del francés Loosli, ligando color en el turn.
Pese a ello, no pudieron evitar ser los primeros eliminados de esta Mesa Final. Primero Newhouse con 99 frente al AK de Ryan Riess, con un rey en el flop, y después Benefield, que con K2 trataba de echar del bote a Farber, que había abierto la mano y esperaba al conocido Pro online con AK, sin que el board obrara milagro.
Pasaba un buen tiempo hasta que pudimos ver otra eliminación, y en el proceso el chiplíder al inicio de la partida, JC Tran, iba perdiendo fuelle y quedaba relegado a la tercera posición, mientras que Ryan Riess se hacía con el liderato, y Jay Farber, el jugador amateur quien no contaba con los mejores pronósticos al comenzar la jornada, se hacía con el segundo puesto.
Riess se aupaba aún más en la parte alta de la tabla cuando eliminaba al holandés Michiel Brummelhuis en séptima posición, con AA vs 99 del holandés. Tras esta eliminación llegaba un periodo en el que los stacks iban alternándose, aunque siempre con Riess y Farber a la cabeza, mientras el resto se jugaba su continuidad en cada mano.
El canadiense McLaughlin, escoltado por su ruidoso séquito, conseguía imponer su ritmo en la mesa y hacerse con un buen stack, aunque nada pudo evitar su salida temprana del evento, cuando una mano endiablada llegó en forma de reyes para el canadiense, y de ases para Jay Farber, que pagaba con gusto el all in del jugador, sin que el rey apareciera en el board, lo que mandaba al rail al jugador en sexta posición, y catapultaba al que al inicio del día era uno de los jugadores que menos crédito tenía para alcanzar la siguiente jornada.
Jay Farber superaba ya los 100 millones de puntos, mientras que Riess le seguía con 60 millones.
El resto de stacks rondaban los 10-15 millones, y entre ellos estaba JC Tran, quien empujaba su stack con A7 y Farber se apuntaba al envite con KQ, apareciendo un rey en la ventana, lo que eliminaba al gran favorito en quinta posición.
Loosli no jugaría mucho más tiempo que Tran, y empujaría sus 10 ciegas desde la ciega pequeña con Q7 y Riess pagaría rápidamente con AT en la ciega grande. El board no beneficiaba al francés, y caía en cuarta posición. Todo estaba listo para sentencia, con tres jugadores en liza, aunque se decidió jugar una mano más al quedar el botón muerto con la eliminación de Loosli, y esa decisión le costaría el torneo a Amir Lehavot, que empujaba su resto con pareja de sietes, y Riess le esperaba con dieces. De nuevo la mano que iba por delante preflop se hacía con el bote, y ahora sí se cerraba el día, pero sólo con dos jugadores en liza, siendo el chiplíder Farber con 105 millones frente a los 85 de Riess.
Al día siguiente ambos contiendientes se medirían en el Heads Up en busca de la gloria. Sólo uno conseguiría alzarse con la victoria, y el duelo se alargaría por 89 manos más. Desde el comienzo Ryan Riess demostró tener más hambre de brazalete y metió una gran presión a su rival, aunque también las cartas ayudaron al joven jugador.
A la hora de juego, Riess ya se había hecho con el control de la nave, meintras que Farber veía impotente cómo su stack se iba debilitando hasta que se daba la primera situación de all in, aunque la emoción desaparecería pronto al verse que ambos jugadores tenían la misma mano, T8 en un flop T79. Cada pujil a su esquina y se comenzaba un nuevo asalto.
Este nuevo round iría mejor para Farber, que se doblaba con JT cuando ambos acababan all in en un flop K5Q, con KT de Riess. El 9 aparecía en el turn y doblaba a Farber, que aún así seguía muy corto en fichas y necesitaría un nuevo double up para meterse en la partida. Una nueva mano en la que Farber se llevaba el bote con color con 97 de tréboles ponía su stack en 65 millones frente a los 125 de Riess.
Pese a que Farber parecía estar subiendo, sería una falacia, y poco después se quedaría con apenas 12 millones de puntos, cuando Riess ligaba trips de nueves con su K9 en un board J949A.
Apenas un par de manos más tarde, llegaría la mano clave: Riess apostaba con AK, y Farber resubía all in con Q5 de picas, que pagaba al instante el Pro de 23 años. El board era JT434, lo que daba la mano, el torneo y la gloria a Ryan Riess, nuevo Campeón del Main Event de las WSOP.
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